Naturaleza y hombre, culpables del deshielo
La realidad supera la predicción. Según un nuevo estudio, el Ártico se derrite más rápido de lo esperado debido a cambios en la circulación atmosférica. Los efectos, ligados a procesos cíclicos naturales, pueden ser mucho mayores de lo estimado hasta el momento.
Científicos de la Universidad de Estocolmo concluyen, en un artículo publicado en Nature, que en el Ártico el aire se calienta aún más rápido que el suelo. Ya se conocía, por medidas tomadas en superficie, que el Ártico se calienta dos veces más rápido que el resto del planeta.
El hallazgo sorprende a los investigadores.»Es un resultado que nadie esperaba» asegura Rune Graversen, el líder del equipo de investigación. Durante el verano la atmósfera sobre el Ártico se está calentando dos veces más rápido por década, concluye su equipo. Se han basado en datos de temperatura a distintas alturas, procedentes de vuelos y satélites.
Este descubrimiento significa que el calentamiento por radiación solar no puede ser la única causa, porque ésta produciría las mayores temperaturas cerca de la superficie. «La retirada de los hielos no puede explicar la estructura vertical del calentamiento que mostramos», observa Graversen. Este efecto también se produce en invierno, cuando hay poca luz solar para calentar la superficie.
Graversen y su equipo consideran que este aumento de temperatura, a unos dos kilómetros de altura con respecto a la superficie, está ligado a cambios en la circulación atmosférica. «Si el flujo de calor hacia el norte ha aumentado – y según los datos así es – entonces ha contribuído al calentamiento del Ártico, no solo en superficie, sino también en la atmósfera».
Se añade que el aumento de humedad en el aire que fluye hacia el norte también es importante, pues cuando el vapor de agua se condensa en forma de nubes y nieve se libera energía que aumenta la temperatura del aire circundante.
Los científicos aún no saben cuánto influye la actividad humana. «Muchos modelos sugieren un aumento en el transporte de energía cuantos más gases de efecto invernadero se introducen», admite Graversen.
Los efectos de los cambios en la circulación atmosférica pueden ser mucho mayores de lo que se había pensado, pero estos cambios también han podido estar inducidos por los gases de efecto invernadero.
“Sin embargo, gran parte del calentamiento parece estar ligado a otros procesos, como el transporte de energía en la atmósfera”, concluyen los autores del estudio.